7 sept 2011

Tino Tovar

Constantino Tovar Verdejo es un autor de carnaval, con más de quince años en el concurso, con varios años de preparación en las categorías infantiles y juveniles, dio el salto a la categoría de adultos en 1996, con su grupo desde pequeños, y marcando un estilo añejo, con dos coloretes, pero a la vez, un estilo diferente, más “chirigotero” y simpático.

Corría el año 1996 cuando una agrupación llamada “Los callejeros” irrumpía en el falla con el cartel de haber ganado el primer premio el último año en juveniles. Vestidos de fotógrafos, y con un estilo diferente, llamaron la atención entre el público, lástima que ese año perdieran la final a causa de una equivocación en un cuplé. Pero la primera toma de contacto en la categoría de adultos había sido un éxito.

Para el concurso de 1997, la meta estaba en llegar a la final, y con el nombre de “La botica” lo consiguieron, un tercer premio, que ante el dominio de Martínez Ares y Antonio Martín, hizo sentirse como un gran puesto. El estribillo de esta comparsa era un plato de buen gusto para los que preferían estribillos simpáticos.

Al año siguiente, Tino Tovar pensó en el tipo de unos angelitos del cielo que cuidaban de Cádiz. Con el nombre de “El cielo de Cádiz”, un tipo que enganchaba al sector femenino, y un repertorio muy bueno, consiguen el segundo premio, superando a Antonio Martín, y quedándose a pocos puntos de “Los piratas”, la comparsa de Martínez Ares, ganadora ese año. Fue un gran año para la comparsa de jóvenes componentes que venían pidiendo paso con fuerza. Ese año, aparte de tener un popurrit muy cuidado, dejó para el recuerdo pasodobles bellos, como el que le hace a las mujeres, al viento del levante o a la historia de un ángel que baja a Cádiz por un día.

Tras dejar muy buena sensación en el concurso y en las calles, al año siguiente se atreverían con un estilo arriesgado, pero que también fue exitoso. La comparsa se llamó “Los Musiquitas” e iban de artistas callejeros, que usaban instrumentos para darle vida y ritmo a su vida, y en ese año, a la comparsa. Volvieron a colarse en la final, no con tanto éxito como el año anterior, pero consiguieron llevarse un cuarto premio, en un año muy competido en su modalidad.

En el carnaval del año 2000 volvían a sorprender, esta vez, vestidos de ancianos y ancianas, que bajó el nombre de “Los del año catapum” se presentaron en las tablas del teatro. A pesar del tipo, Tino supo mezclar perfectamente lo alegre con lo serio, y con una preciosa música de pasodoble, con un final dulce, unas letras que calaron hondo, y un resto de repertorio a un nivel muy alto, consiguieron llevarse por primera vez el primer premio. En ese año quedarían letras en el recuerdo como la Milagros, o la pareja de chicas, Lucía y María.

Los abuelos habían dejado el nivel muy alto, pero eso no impedía que Tino Tovar siguiera sorprendiendo con sus tipos e ideas, y para el 2001 hizo de su comparsa una comedia, y bajo el título de “La calle comedias” como si de la película de “Shakespeare in Love” hubiera sido sacado, concursaron ese año. Presentación bien medida y con buenas voces, como ya acostumbraba la comparsa de Tino, y pasodobles con señas propias del autor, ese año se tuvieron que conformar con quedarse en semifinales, lejos de la final, pero con el gusto del público en el bolsillo.

En el año 2002, Tino Tovar vuelve a darle una vuelta a su comparsa, e ingenia un tipo de náufragos que caen en una isla bajo el nombre de “Los tropicales”. El tipo era perfecto para hacer un pasodoble nostálgico, y así fue con una música de las más sensibles que el autor ha hecho, y eso ayudó mucho con letras como la que le dedican a Cádiz, a su compañera, e incluso hace un aviso de que ese tipo de tropicales, era la filosofía de la comparsa, la cual tuvo que aguantar muchos años a aficionados derrotistas que les criticaban por su estilo. Por segundo año consecutivo se quedaron fuera de la final.

En el concurso de 2003, se fundan el tipo de “Los aprendices” de una escuela de magia, y así reflejar que en el fondo, siguen siendo aprendices de los más veteranos de las fiestas. Con un repertorio mejorado de años anteriores, ese año pudieron colocarse en una final de mucho nivel, a la cual también ellos contribuyeron, llevándose un quinto premio.

Tras ese año, Tino Tovar cambia prácticamente el grupo casi al completo, y toma la dirección de la comparsa Ángel Zubiela, que llega junto al Carli. El trabajo conjunto de Tino Tovar y Ángel Zubiela daría buenos frutos, y nunca mejor dicho, ya que “Las Estaciones” era el nombre para el concurso de 2004, y el tipo de árbol su representación en el teatro. Ese año dejaría de llevar los dos coloretes característicos en sus anteriores comparsas. De nuevo Tino se saca un repertorio inmenso para esta comparsa, que pisó muy fuerte las tablas, causando sensación por el tipo, la música, la letra y las voces. Todo el conjunto de cosas aupó a la comparsa al tercer puesto, en un concurso en el que tal vez se pudieron merecer más. A parte se llevaron la aguja de oro. Las letras, llenas de sensibilidad para llegar al fondo del oyente, fueron su plato fuerte ese año, resaltando la letra al hombre que está siendo tratado injustamente por su mujer. Ese año también comenzaría a hacerle la música a la chirigota de “El Canijo”, que se quedó ese año en semifinales.

La unión entre Tino y Zubiela había dado buenos resultados, y para el año siguiente tenían en mente superarse, y así hicieron. Bajo el nombre de “El espíritu de Cádiz”, la agrupación se vestiría de fantasmas que velan por la ciudad. Un tipo muy bien llevado, y un repertorio muy al tipo, con grandes letras como el pasodoble a su madre que comienza a leer, la pareja de novios que tras años rompen la relación, o la mujer que sufre acoso en el trabajo. En los cuplés consiguió tener un nivel bien aceptable para ser comparsa, igualando al año anterior, y con una presentación impresionante, y un popurrit con cuartetas mágicas, hicieron de sobra todo el mérito para llevarse ese año el primer premio. Tino haría doblete ese año, ya que la chirigota a la que daba la música “Los que salen por gusto”, también se llevaron el máximo premio en el falla.

Tras su segundo primer premio, Tino Tovar decide descansar un año, produciendo baja para el COAC de 2006 en la modalidad de comparsa, ya que su música seguía apareciendo en la modalidad de chirigota, ese año quedándose en semifinales.

Para su vuelta tras el año de ausencia, Tino Tovar decide dar vida a “La república gaditana”, de nuevo con los ideales del autor por bandera, ese año llena las tablas del falla con una revolución, más gaditana imposible. Con un repertorio jovial, aunque respetando siempre la delicadeza que tiene Tino en los pasodobles, la comparsa habla de cómo sería una república en Cádiz, empezando de cómo se produce en la presentación, y terminando por los términos que esta república tendría, en el popurrit. Llegan a la final, en un año donde destaca su pase en la final con dos fabulosos pasodobles, el primero a favor de la comparsa y el cuarteto, y el segundo a la abuela que tiene que cuidar de los nietos, y luego no recibe ningún trato de favor de sus hijos. Para ese año justamente rescató el autor los característicos dos coloretes. Consiguen el tercer premio. En la modalidad de chirigota “El Canijo” repetiría primer premio, bajo el nombre de “Los Juan Palomez, yo te lo guiso y tu te lo comes”, y con la ayuda como, ya era costumbre, de la música de Tino.

Al año siguiente, Tino Tovar se inspira en el libro “El perfume”, para desarrollar el personaje de la comparsa “Los Perfumistas”. Un tipo que lo que más llamó la atención ese año fue la peluca negra con un mechón blanco, al igual que el olor que emanaba la comparsa al abrirse las cortinas. También destacable ese año la vuelta de “El Chupa” a la misma agrupación en la que estaba Ángel Zubiela, tras discusiones cuando salían con Martínez Ares en 1995. Con una presentación fuerte, y pasodobles remarcables como el dedicado al gallinero o contra el maltrato, cantado a capela haciendo referencia a los silencios que sufre una mujer maltratada. No pudieron ascender mucho en la clasificación ese año, quedándose fuera de la final. La chirigota de “El Canijo” también se quedaría ese año en semifinales. Ese año también la haría la música del tango al recuperado coro a pié, ese año bajo el nombre de “La calle del arte” y que consiguió el tercer premio de la modalidad.

Tino Tovar quería probar algo nuevo, y con esa idea desarrollo el tipo de “Voces”. Ese año contaba con un grupo de voces impecables, y lo aprovechó con una presentación en las que primaba el principio los solos, un popurrit con derroche de voz, y unos pasodobles con una música magnífica y unas letras con una elaboración del pasodoble que llegaba al aficionado. No pasaron desapercibidos, ya que el tipo y como estaba confeccionada la comparsa, trasmitía una sensación jovial, diferente a todo lo sacado anteriormente bajo la autoría de Ángel Zubiela. Se quedaron a un paso de la final, siendo segundo accesit en el carnaval de 2009. La suerte que le faltó en comparsa la tuvo en chirigota, donde consiguió el segundo premio con el nombre de “Las muchachas del congelao”. También volvería a hacer la música para el coro que se quedaría en semifinales, llevándose el segundo accesit.

Tino tenía pensado tomarse un descanso para el carnaval de 2010, al igual que Ángel Zubiela, pero a última hora, y por petición del que sería ese año su grupo, hizo una comparsa en apenas pocos meses, y con el nombre de “Volver a Empezar”, Tino Tovar llevó al falla otra comparsa totalmente diferente al año anterior, de nuevo siendo algo diferente y llamando mucho la atención por el tipo, en este caso, de los primeros hombres del planeta. El grupo era nuevo, y en pocos meses, bastante pudieron hacer, lo importante lo lograron, agradar al público. Con la filosofía de tener que volver a empezar como aquellos hombres caló hondo, y en su repertorio de nuevo destacaba la música y la letra de compromiso del autor. Quedaron fuera de la final, pero cumplieron con creces. Lo mismo pasó con la chirigota, que siguiendo la costumbre de un año sí, un año no, se quedarían fuera de la final. Ese año el coro también quedaría fuera de la final, siendo ese el último año de momento que daría su música al tango del coro a pié.

Para el COAC de 2011, Tino volvía a cambiar de grupo, esta vez cogiendo el grupo que había sido durante muchos años de Rivero. Tino no cambia la idea de presentar “algo diferente”, y haciendo historia en el concurso, disfrazó a su combate de hombres homosexuales, que actuaban como mujeres, llamándose “Juana la Loca”. Repertorio sensual, sensible, siempre dando juego con el tipo, al igual que una música de pasodoble que iba perfecto para la comparsa, un popurrit como si de un cabaret se tratara. Dan fuerte en el falla, y pase a pase van cogiendo más fuerza, y terminan por llegar a la final y llevarse el primer premio. El gran pasodoble de ese año fue uno dedicado a una pareja de gays, devotos a la Semana Santa, pero que siguen siendo “maltratados” por la iglesia. El tipo impresiona, y al público le gusta, así, Tino Tovar vuelve a ofrecer algo bueno y diferente, y la gente sabe agradecerlo. Ese año, repetiría el éxito de 2005, ya que la chirigota de “El Canijo” también conseguiría el primer premio, con la ayuda de la música de Tino, y con el nombre de "Ricas y maduras".

Y con esto hace que Tino Tovar complete un gran currículum carnavalesco, ya con más de quince años en el carnaval, y múltiples ayudas a otras modalidades, han ayudado a tener ese currículum. Tino Tovar, un autor que hace una música exquisita, y una letra innovadora, al igual que los tipos de las comparsa que van bajo su autoría.

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